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Deficiencia de magnesio causas y consecuencias

Deficiencia de magnesio: causas y consecuencias

El magnesio es el cuarto mineral más abundante en el cuerpo humano y desempeña un papel fundamental en numerosas funciones fisiológicas. A pesar de su importancia crítica, la deficiencia de magnesio, también conocida como hipomagnesemia, representa un problema de salud pública que frecuentemente pasa desapercibido en la práctica clínica. Este artículo examina las causas, consecuencias y aspectos fundamentales de esta condición que afecta a millones de personas en todo el mundo.

Hipomagnesemia, más común de lo que parece

La deficiencia de magnesio es más prevalente de lo que parece(1). Los datos epidemiológicos indican que la incidencia general de hipomagnesemia se sitúa entre el 5% y el 8% de la población general, afectando particularmente a mujeres jóvenes, donde alcanza aproximadamente el 20% (2).

La prevalencia varía significativamente según las poblaciones y contextos clínicos. Por ejemplo, un estudio mostró que las estimaciones de la prevalencia de hipomagnesemia clínica oscilan entre el 6% y el 11% en pacientes hospitalizados (2). Sin embargo, en unidades de cuidados intensivos, las cifras son considerablemente más altas, con hasta el 52.5% de los pacientes presentando hipomagnesemia al momento de la admisión, y más del 65% desarrollándola durante su estancia (2,4).

En poblaciones específicas, las tasas son alarmantes. Por ejemplo, entre las personas con diabetes tipo 2, la prevalencia de deficiencia de magnesio oscila entre el 10% y el 60%, lo que vincula directamente esta deficiencia con trastornos metabólicos crónicos (4,5).

¿Por qué es tan importante el magnesio?

El cuerpo humano adulto contiene aproximadamente 25 gramos de magnesio. De este total, entre el 50% y el 60% se encuentra almacenado en los huesos, aproximadamente el 40-50% en músculo o tejidos blandos, y menos del 1% en el plasma (1,7). Esta distribución hace que los niveles normales de magnesio en sangre no siempre reflejen con precisión el estado total de magnesio corporal (7).

El balance del magnesio está controlado por varios órganos, entre ellos el riñón, que normalmente excreta aproximadamente 120 mg de magnesio en la orina cada día (1). Los riñones son altamente eficientes en mantener los niveles corporales de este mineral; la excreción urinaria se reduce cuando el estado del magnesio es bajo, representando un mecanismo compensatorio crucial (1,7).

Los niveles normales de concentración de magnesio en sangre oscilan entre 1.85 y 2.79 mg/dL (0.76 y 1.15 mmol/L) (1,8). La hipomagnesemia se define como un nivel de magnesio en sangre inferior a 1.85 mg/dL (0.76 mmol/L) (8).

El magnesio está presente en más de 300 reacciones enzimáticas que regulan diversas reacciones bioquímicas en el cuerpo, incluyendo: síntesis de proteínas, cotransportador activo de iones de calcio y potasio a través de las membranas celulares (proceso fundamental para la conducción del impulso nervioso, la contracción muscular y el ritmo cardíaco normal), participa en el control de la glicemia en sangre y la regulación de la presión arterial (1,5). También contribuye al desarrollo estructural del hueso y es requerido para la síntesis energía (ATP), entre otras(1,5).

Causas de la deficiencia de magnesio

Causas dietéticas

La ingesta dietética inadecuada de alimentos ricos en magnesio, como vegetales de hoja verde, frutos secos, semillas y granos enteros, puede resultar en niveles insuficientes de magnesio, especialmente en poblaciones que dependen en gran medida de alimentos procesados (1,5). El refinamiento de alimentos constituye un factor significativo, ya que durante el procesamiento se elimina el magnesio de los granos refinados al remover el germen y el salvado ricos en este nutriente (1).

Las causas relacionadas con la ingesta reducida incluyen mala nutrición, anorexia debida a enfermedades neoplásicas y/o quimioterapia, y estados de inanición (3,6). Aproximadamente el 57% de la población estadounidense no cumple con la ingesta dietética recomendada de magnesio (7).

Causas gastrointestinales

Las causas de hipomagnesemia relacionadas con el tracto gastrointestinal incluyen absorción reducida debido a diarrea crónica, malabsorción o derivación/resección intestinal (6,9). Los síndromes de malabsorción, incluyendo la enfermedad celíaca (enteropatía sensible al gluten), la enfermedad de Crohn y la enteritis regional, pueden afectar la capacidad del intestino delgado para absorber nutrientes, incluido el magnesio, conduciendo a su depleción con el tiempo (1,3).

Causas renales y medicamentosas

El tratamiento crónico con diuréticos puede aumentar la pérdida de magnesio en la orina y conducir a la depleción de magnesio (1,8).

Aproximadamente el 30% de los pacientes que utilizan antibióticos aminoglucósidos presentan hipomagnesemia, ya que, estos antibióticos eliminan más magnesio por la orina en lugar de recuperarlo (8).

El uso prolongado de medicamentos para reducir la producción de ácido gástrico, conocidos como inhibidores de la bomba de protones, como el esomeprazol y el lansoprazol, cuando se toman durante períodos prolongados, también pueden causar hipomagnesemia (1,8).

Poblaciones en riesgo

Los adultos mayores tienen ingestas dietéticas de magnesio más bajas que los adultos más jóvenes (1). Además, la absorción de magnesio del intestino disminuye y la excreción renal de magnesio aumenta con la edad (1). Los adultos mayores también tienen más probabilidades de padecer enfermedades crónicas o tomar medicamentos que alteran el estado del magnesio, lo que aumenta su riesgo de depleción o hipomagnesemia (1,5).

La deficiencia de magnesio es común en personas con alcoholismo crónico (1,3). En estos individuos, el estado nutricional deficiente, los problemas gastrointestinales, la disfunción renal con excreción excesiva de magnesio en la orina y la deficiencia de vitamina D pueden contribuir a la disminución del estado del magnesio (1,3).

La diabetes y la resistencia a la insulina causan que los niveles altos de glucosa en los riñones aumenten la producción de orina, lo que a su vez aumenta la excreción de magnesio. Este déficit de magnesio puede empeorar la secreción y acción de la insulina, creando un círculo vicioso que agrava el control de los pacientes diabéticos (1,5).

Consecuencias de la deficiencia de magnesio

Manifestaciones neuromusculares

Los signos tempranos de deficiencia de magnesio incluyen pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fatiga y debilidad (1,5). A medida que la deficiencia de magnesio empeora, pueden ocurrir entumecimiento, hormigueo, contracciones y calambres musculares, convulsiones, cambios de personalidad y ritmos cardíacos anormales (1,5).

Los síntomas de la deficiencia de magnesio pueden ser inespecíficos y usualmente se superponen con síntomas de otros desequilibrios electrolíticos. La severidad de los síntomas y signos depende de la tasa de disminución del magnesio. Los síntomas usualmente ocurren cuando los niveles séricos de magnesio caen por debajo de 0.5 mmol/L (1.2 mg/dL) (4).

Manifestaciones cardiovasculares

El magnesio afecta la actividad cardiovascular, por lo que, los pacientes con hipomagnesemia y enfermedades cardiacas tienen mayor riesgo de arritmias fatales y pueden incrementar el riesgo de muerte súbita inesperada (6,8,9).

Diversos estudios han encontrado asociaciones significativas entre los niveles de magnesio y el riesgo cardiovascular. Por tanto, niveles bajos de magnesio se asocian a:  hipertensión, calcificación de las arterias coronarias, accidente cerebrovascular, enfermedad isquémica, fibrilación auricular, insuficiencia cardíaca y mortalidad cardíaca (2,4).

Consecuencias metabólicas

La deficiencia de magnesio es una causa significativa de resistencia a la insulina, una condición que puede preceder a la diabetes. La hipomagnesemia empeora esta resistencia al afectar la función de las células beta del páncreas y la respuesta de las células a la insulina, y a su vez, la deficiencia de magnesio puede ser una consecuencia de la resistencia a la insulina. Esto crea un ciclo en el que la falta de magnesio agrava el problema metabólico y la resistencia a la insulina puede llevar a una mayor pérdida de magnesio (1,5).

Las dietas con mayores cantidades de magnesio están asociadas con un riesgo significativamente menor de diabetes tipo 2, debido al papel importante del magnesio en el metabolismo de la glucosa (1,5). Múltiples metaanálisis de estudios de cohortes prospectivos han encontrado que un aumento de 100 mg/día en la ingesta total de magnesio disminuye el riesgo de diabetes hasta en un 15% (1).

Salud ósea

El magnesio es crucial para la salud ósea, participando en la formación de huesos y regulando indirectamente las concentraciones de la hormona paratiroidea (PTH) y la forma activa de la vitamina D. Una deficiencia de magnesio puede llevar a niveles bajos de calcio, resistencia a la PTH y a la vitamina D, afectando el equilibrio de minerales y la salud ósea general tanto en hombres como en mujeres (1).

Migrañas

La deficiencia de magnesio está relacionada con factores que promueven los dolores de cabeza, incluyendo la liberación de neurotransmisores y la vasoconstricción (1). Las personas que experimentan migrañas tienen niveles más bajos de magnesio que aquellas que no las padecen (1). La Academia Americana de Neurología (AAN) y la Sociedad Canadiense de Cefaleas (CHS) han publicado directrices que respaldan el uso de magnesio como tratamiento preventivo para la migraña. (1).

Diagnóstico

Evaluar el estado del magnesio es difícil porque la mayor parte del magnesio está dentro de las células o en los huesos (1). El método más frecuentemente utilizado y fácilmente disponible para evaluar el estado del magnesio es la medición de la concentración sérica de magnesio, aunque los niveles séricos tienen poca correlación con los niveles totales de magnesio corporal o las concentraciones en tejidos específicos (1,7).

No existe una prueba fácilmente disponible para determinar el estado del magnesio intracelular/corporal total (9). Ningún método individual se considera totalmente satisfactorio (1). Los niveles plasmáticos de magnesio pueden subestimar el nivel de deficiencia, y los niveles plasmáticos normales de magnesio a veces pueden verse a pesar de que una persona se encuentra en un estado de deficiencia crónica (7). Para superar esto, pueden solicitarse pruebas adicionales, como un análisis de magnesio en la orina. 

Tratamiento y prevención

El tratamiento de la deficiencia de magnesio depende del grado de deficiencia y los efectos clínicos (4). La suplementación por vía oral es apropiada para personas con síntomas leves, mientras que la administración intravenosa se recomienda para personas con síntomas graves (4,8).

Los suplementos de magnesio están disponibles en una variedad de formas, incluyendo óxido, citrato, cloruro de magnesio, entre otros(1). las formas orgánicas de magnesio son más solubles y se absorben mejor en el tracto digestivo que las inorgánicas porque están unidas a ácidos orgánicos o aminoácidos que facilitan su absorción en el cuerpo, ejemplos de sales orgánicas de alta biodisponibilidad incluyen el citrato, el malato y el bisglicinato de magnesio. Por el contrario, las formas inorgánicas como el óxido de magnesio, aunque pueden contener más magnesio elemental, tienen una menor absorción y biodisponibilidad y pueden causar mayores efectos adversos principalmente a nivel digestivos (1).

Prevención dietética

El magnesio está ampliamente distribuido en alimentos vegetales y animales y en bebidas (1). Los vegetales de hoja verde, como la espinaca, las legumbres, los frutos secos, las semillas y los granos enteros son buenas fuentes (1). En general, los alimentos que contienen fibra dietética proporcionan magnesio (1).

El agua de grifo, mineral y embotellada también puede ser fuente de magnesio, pero la cantidad de magnesio en el agua varía según su origen y/o la marca (1).

Consideraciones especiales y toxicidad

El magnesio en los alimentos no representa un riesgo para la salud en individuos sanos porque los riñones eliminan las cantidades excesivas en la orina (1). Sin embargo, dosis altas de magnesio en suplementos dietéticos o medicamentos frecuentemente resultan en diarrea que puede estar acompañada de náuseas y calambres abdominales (1).

Dosis altas de laxantes y antiácidos que contienen magnesio se han asociado con toxicidad por magnesio (1). Los síntomas de toxicidad usualmente se desarrollan después de que las concentraciones séricas exceden los 2.79 mg/dl y pueden incluir:  hipotensión, náuseas, vómitos, enrojecimiento facial, letargo antes de progresar a debilidad muscular, dificultad para respirar, hipotensión extrema, arritmias cardiacas y finalmente paro cardíaco (1).

El riesgo de toxicidad por magnesio aumenta en pacientes con función renal deteriorada o insuficiencia renal, ya que, la capacidad de eliminar el exceso de magnesio está afectada (1). Las personas con diabetes, enfermedad intestinal, enfermedad cardíaca o enfermedad renal no deben tomar magnesio antes de consultar con su proveedor de atención médica (10).

Conclusiones

La deficiencia de magnesio representa un problema de salud pública significativo que frecuentemente pasa desapercibido debido a la dificultad en su diagnóstico y la naturaleza subclínica de sus manifestaciones iniciales. La evidencia científica sugiere que la deficiencia de magnesio constituye una de las causas de enfermedades crónicas, incluyendo enfermedades cardiovasculares y mortalidad temprana en todo el mundo (2).

En ese sentido, la prevención de la deficiencia de magnesio debe centrarse en la educación sobre la importancia de una dieta rica en alimentos integrales no procesados, la identificación temprana de poblaciones en riesgo y la vigilancia apropiada de los niveles de magnesio en pacientes cuyas condiciones médicas predisponen a la deficiencia.

El reconocimiento temprano de los factores de riesgo, la evaluación clínica apropiada y el tratamiento oportuno son fundamentales para prevenir las complicaciones graves asociadas con la deficiencia de magnesio. Los profesionales de la salud deben mantener un alto índice de sospecha en poblaciones vulnerables y considerar la medición rutinaria de magnesio en pacientes con enfermedades crónicas, uso prolongado de ciertos medicamentos o síntomas compatibles con hipomagnesemia.

Referencias

  1. Magnesium [Internet]. NIH Office of Dietary Supplements. 2024 [Consultado el 25 de octubre de 2025]. Disponible en: https://ods.od.nih.gov/factsheets/Magnesium-HealthProfessional/
  2. DiNicolantonio JJ, O’Keefe JH, Wilson W. Subclinical magnesium deficiency: a principal driver of cardiovascular disease and a public health crisis. [Internet].Open Heart. 2018. [Consultado el 25 de octubre de 2025]. Disponible en: https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC5786912/
  3. Iseri LT, French JH. Magnesium: nature’s physiologic calcium blocker. Am Heart J. 1984. [Consultado el 25 de octubre de 2025]. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/6375330/
  4. Fong J, Khan A. Hypocalcemia: updates in diagnosis and management for primary care. [Internet].Can Fam Physician. 2012. [Consultado el 25 de octubre de 2025]. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3279267/
  5. Kothari N, et al. A Comprehensive Review on Understanding Magnesium Disorders: Pathophysiology, Clinical Manifestations, and Management Strategies [Internet]. Cureus. 2024. [Consultado el 25 de octubre de 2025]. Disponible en: https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC11444808/
  6. Whang R, Hampton EM, Whang DD. Magnesium homeostasis and clinical disorders of magnesium deficiency. [Internet]. Ann Pharmacother.[Consultado el 25 de octubre de 2025]. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8173141/
  7. Swaminathan R. Magnesium metabolism and its disorders [Internet]. Clin Biochem Rev. 2003. [Consultado el 25 de octubre de 2025]. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1855626/
  8. William JH, Danziger J. Hypomagnesemia [Internet]. StatPearls. 2023. [Consultado el 25 de octubre de 2025]. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK500003/
  9. Whang R, Whang DD, Ryan MP. Refractory potassium repletion. A consequence of magnesium deficiency [Internet]. Arch Intern Med. 1992. [Consultado el 25 de octubre de 2025] Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/1728930/
  10. Healthline. Magnesium Deficiency: Symptoms, Recommendations, and More [Internet].  2024 [Consultado el 25 de octubre de 2025]. Disponible en: https://www.healthline.com/nutrition/magnesium-deficiency-symptoms