El hierro es un mineral conocido principalmente por su papel en la producción de hemoglobina, que transporta el oxígeno a los tejidos, de allí que se trate de un componente esencial. Sin embargo, muchas personas adultas padecen deficiencia de hierro, una condición que puede tener un impacto significativo no solo en la salud física, sino también en el rendimiento productivo y la capacidad cognitiva. El déficit de hierro impacta en la concentración, la energía y la eficiencia en el trabajo, lo que puede tener consecuencias tanto a nivel personal como profesional.
Bajo rendimiento cognitivo
Una de las áreas más afectadas por la deficiencia de hierro es la función cognitiva. El cerebro requiere un suministro constante de oxígeno para funcionar correctamente, y cuando los niveles de hierro son bajos, la capacidad del cuerpo para llevar oxígeno a las células cerebrales se ve comprometida. Esto puede generar problemas de concentración, memoria y procesamiento mental.
Las personas con deficiencia de hierro pueden experimentar fatiga mental, lo que dificulta la realización de tareas que requieren un enfoque sostenido. Esto se traduce en una disminución del rendimiento en actividades laborales que dependen de la toma de decisiones rápidas o de la resolución de problemas, lo que perjudica la productividad general.
En este artículo hablamos sobre cuál es la función del hierro en el organismo, y por qué es tan importante mantener niveles adecuados de este mineral.
Influencia en la salud mental
Además de los efectos físicos y cognitivos, la deficiencia de hierro también puede tener repercusiones en el estado de ánimo. La falta de este mineral está relacionada con el desarrollo de síntomas de ansiedad, irritabilidad y, en casos más graves, depresión. Las personas que experimentan estos síntomas emocionales tienden a tener dificultades para concentrarse, colaborar en equipo y mantener una actitud proactiva en el entorno laboral.
Un estudio de 2023 de la revista European Psychiatry explica que muchas veces se diagnostica erróneamente la falta de hierro como ansiedad o bajo estado de ánimo, y que cuando los pacientes con enfermedades psiquiátricas eran tratados por la deficiencia de hierro, sus síntomas mejoraron (1).
Agotamiento y falta de energía
La falta de hierro reduce la cantidad de oxígeno que llega a los músculos y otros órganos, lo que provoca una sensación constante de cansancio. Este agotamiento puede ser especialmente problemático en entornos laborales que requieren esfuerzo físico, pero también afecta a personas que desempeñan trabajos de oficina, ya que disminuye su nivel de energía y motivación. En muchos casos, las personas afectadas necesitan tomar más descansos y pueden sentirse abrumadas ante la carga de trabajo.
Problemas en el sistema inmunológico
Una deficiencia prolongada de hierro también puede debilitar el sistema inmunológico, lo que hace a las personas más susceptibles a infecciones y enfermedades. Esto, a su vez, puede generar una baja productividad y un aumento en los días de ausentismo laboral debido a enfermedades recurrentes.
Bajo rendimiento deportivo
Para los atletas profesionales o las personas que practican deportes de forma consistente, es esencial mantener niveles adecuados de hierro para un mejor rendimiento. El esfuerzo físico demanda mayores cantidades de oxígeno, que solo se produce en cantidades adecuadas cuando hay óptimos niveles de hierro. Sobre esto, se ha encontrado que la suplementación con hierro tiene un mejor efecto en aquellos que presentan un déficit de este mineral, y que niveles adecuados de las vitamina D y B12 contribuyen a mejorar la presencia de hierro en el organismo, y a evitar la anemia ferropénica (anemia causada por bajos niveles de hierro) (2).
Sobre este punto, es importante aclarar que el consumo de hierro no aumenta la fuerza ni la energía de forma inmediata, tal y como se explica en este artículo sobre los 10 mitos sobre el hierro.
¿Cómo tratar la deficiencia de hierro?
La deficiencia de hierro es tratable. A través de una dieta adecuada que incluya alimentos ricos en hierro, como carnes rojas, legumbres, espinacas y cereales fortificados, y con el uso de suplementos de hierro bajo supervisión médica, los síntomas pueden revertirse. Uno de los suplementos más utilizados es el hierro polimaltosado. Mientras que, en casos de anemia durante el embarazo, se suele indicar tratamiento con hierros parenterales (inyectados) como lo son la carboximaltosa de hierro y el hierro sacarosa.
Si la deficiencia de hierro es leve o moderada puedo optar por hierros orales que ofrezcan eficacia y seguridad evitando efectos indeseables como dolor abdominal, estreñimiento, acidez, nauseas, entre otros. Dentro de los hierros orales más seguros se encuentran los que tienen cubierta de carbohidratos como el hierro polimaltosado.
Si la deficiencia de hierro es severa o no tolera los hierros orales, se recomienda el uso de hierros intravenosos con alta eficacia y seguridad como el hierro carboximaltosa, permitiendo la reposición rápida de los depósitos de hierro pero además elevando de forma eficaz la hemoglobina en corto tiempo.
Referencias
1. Arshad, H., Arshad, A., Hafiz, M. Y., Muhammad, G., Khatri, S., & Arain, F. Psychiatric Manifestations of Iron Deficiency Anemia-A Literature Review. [Internet] European Psychiatry. 2023. [Consultado el 17 de septiembre de 2024]. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10595923
2. Solberg, A., & Reikvam, H. Iron Status and Physical Performance in Athletes. [Internet] Life. 2023. [Consultado el 17 de septiembre de 2024]. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10608302/