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10 mitos sobre el hierro

10 mitos sobre el hierro

El hierro es un mineral que desempeña un papel fundamental en varias funciones biológicas, por esta razón, es importante mantener unos niveles óptimos de este mineral. Sin embargo, a menudo surgen mitos y conceptos erróneos en torno a su consumo y sus efectos en la salud.

En este artículo, exploraremos algunos de las creencias más comunes relacionadas con el consumo de hierro.

¿Qué es el hierro y por qué es importante?

El hierro es un mineral que cumple un papel crítico en la formación de hemoglobina, la proteína en los glóbulos rojos responsable de transportar oxígeno desde los pulmones hacia el resto de las células del cuerpo.

Además, el hierro es esencial para la producción de energía y el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico. Por eso, cuando el consumo de hierro es insuficiente, el cuerpo puede experimentar fatiga, debilidad y otros problemas de salud.

La principal fuente de hierro son los alimentos, especialmente las carnes magras, los granos, los cereales fortificados y algunos frutos secos, como las nueces.

¿Mito o realidad? Sobre el hierro:

1.Mientras más hierro, mejor

Aunque el hierro es esencial, un exceso puede ser perjudicial y generar condiciones como la hemocromatosis, que es la acumulación de hierro en diferentes órganos vitales como el corazón, el páncreas y el hígado, lo que puede comprometer seriamente la salud.

El exceso de hierro también puede reducir la absorción de zinc, un mineral clave para el buen funcionamiento del sistema inmunitario.

2.Todos necesitan la misma cantidad de hierro

Todos necesitamos hierro, sí, pero las necesidades varían según la edad, el sexo y las condiciones de salud individuales. Las cantidades de hierro diarias recomendadas varían desde los 0,27 mg en los bebés hasta los 6 meses de edad, hasta los 27 mg en el caso de las embarazadas.

3.Comer alimentos ricos en hierro causa estreñimiento

El estreñimiento no está necesariamente relacionado con el consumo de hierro. Una dieta equilibrada suele prevenir o regular problemas de estreñimiento.

4.Las carnes rojas son la única (o mejor) fuente de hierro

Las carnes rojas son una de las principales fuentes de hierro de origen animal. Sin embargo, el hierro también se encuentra en alimentos de origen vegetal, como legumbres y cereales fortificados.

Otra fuente importante de hierro son los suplementos, que pueden encontrarse en diferentes presentaciones, como hierro polimaltosado, gluconato ferroso, sulfato ferroso o citrato férrico. Además, dichos suplementos pueden ser sólo de hierro o pueden estar combinados con otras vitaminas y minerales.

5.El hierro de los alimentos es mejor que el de los suplementos

Si bien el hierro de los alimentos se absorbe mejor que el de los suplementos, en muchos casos es necesario recurrir a la suplementación para cubrir el déficit de este mineral. Además, la absorción de los minerales en el organismo no solo depende de la fuente (animal, vegetal o suplemento), sino de la salud gastrointestinal del paciente.

6.Las mujeres necesitan más hierro que los hombres

Si bien las mujeres en edad fértil pueden necesitar más hierro debido a la pérdida de sangre menstrual, las necesidades varían.

7.La deficiencia de hierro es causante de anemia

La deficiencia de hierro puede generar anemia, pero no siempre es el caso. Hay múltiples variables que influyen en la aparición de la anemia. La falta de hierro es solo una de ellas.

8.El consumo de hierro aumenta la fuerza y la energía de inmediato

El aumento de la ingesta de hierro puede incidir en un aumento de la energía y la fuerza, pero no es inmediato, ni con alimentos ni con suplementos.

9.Se debe evitar el consumo de calcio con alimentos ricos en hierro

Aunque el calcio puede inhibir la absorción de hierro, su impacto general es pequeño y no se necesita una restricción extrema, salvo que el médico lo indique.

10.No es posible obtener suficiente hierro en una dieta vegetariana o vegana

Es completamente posible obtener suficiente hierro a través de una dieta equilibrada que incluya fuentes vegetales de hierro como legumbres, nueces y espinacas. Lo más recomendable en estos casos es acudir con un nutricionista que pueda dar las orientaciones pertinentes en función del tipo de alimentación que se desea seguir y las necesidades del paciente.

Fuente:

National Institutes of Health (EE.UU). Hierro. Disponible en https://ods.od.nih.gov/factsheets/Iron-DatosEnEspanol/

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