La enfermedad celíaca es una enteropatía del sistema digestivo que afecta específicamente al intestino delgado y que es precipitada por la exposición al gluten.
Las personas celíacas están genéticamente predispuestas a las dietas que contienen cereales como el trigo, avena, cebada y centeno. Esto afecta la absorción de vitaminas, minerales y nutrientes que contienen los alimentos.
Es muy común encontrar casos de deficiencia de vitaminas y minerales en personas celíacas: desde el calcio, el hierro o vitaminas como la vitamina A, D o E, hasta el magnesio. Es por esto que la suplementación vitamínica puede llegar a jugar un rol fundamental en la vida de estas personas.
En el caso del magnesio, específicamente, tiene varios beneficios que explican por qué su suplementación puede resultar importante en la dieta de personas celíacas.
¿Por qué el magnesio es un mineral indispensable?
El magnesio es un mineral esencial que ayuda a muchas funciones corporales importantes, incluyendo la producción de energía, la contracción muscular, la función nerviosa y la salud ósea.
No solo ayuda a mantener estables los niveles de glucosa en la sangre o a brindar soporte a un sistema inmunológico saludable, sino que también mantiene el funcionamiento normal de músculos y nervios.
En este sentido y por todas sus funciones vitales, el magnesio resulta clave en el mantenimiento de un cuerpo saludable.
¿Cómo aporta el magnesio a personas celíacas?
Producción de energía
Para producir energía a través del metabolismo de carbohidratos y proteínas, el magnesio juega un papel importante. Esto se debe a la dependencia que existe entre el magnesio y la reacción química que hace que dicho proceso metabólico sea posible.
En este sentido, uno de los síntomas más comunes de la deficiencia de magnesio es la fatiga y sensación de debilidad o desmayo por la falta de energía.
Esta falta de energía puede representar un obstáculo notable en la vida de las personas, ya que dificulta llevar a cabo ciertas tareas del día a día.
Salud cardiovascular
Además de mantener estables los niveles de glucosa en la sangre, como fue mencionado anteriormente, el magnesio también puede ayudar a sostener los latidos del corazón de forma constante.
Esto se traduce en un sistema cardiovascular más saludable, ya que, en personas con deficiencia de magnesio se ha demostrado que existe mayor riesgo de padecer trastornos cardíacos producidos por anormalidades en el ritmo de los latidos.
¿Qué vitaminas les faltan a los celíacos?
Cuando las vitaminas, minerales o nutrientes no son absorbidos en el intestino, las personas pueden desarrollar deficiencias que afectan su salud. En el caso de las personas celíacas, por la naturaleza de su condición —que afecta al intestino delgado— son más propensas a desarrollar deficiencias de vitaminas y minerales:
Zinc
Entre los síntomas de deficiencia de zinc se encuentra el crecimiento y la pubertad tardía, además de baja estatura en niños celíacos; pérdida del apetito, pérdida de peso, diarrea, curación lenta de heridas e irregularidades en la percepción de sabores y olores.
Algunos estudios sugieren que el zinc puede elevarse con una dieta sin gluten sin necesidad de suplementos adicionales. Sin embargo, en ciertos casos, los suplementos adicionales pueden ser importantes.
Hierro
Entre las personas celíacas, la anemia causada por la deficiencia de hierro puede ser muy común. En mujeres celíacas, durante el embarazo o la menstruación, la deficiencia de hierro puede resultar un problema mayor.
Sin embargo, con una dieta libre de gluten es posible restaurar los niveles de hierro en el cuerpo. Aunque, en algunos casos, los suplementos de hierro pueden ayudar.
Calcio
La absorción de calcio está muy relacionada con la tolerancia a la lactosa, pues se trata de un nutriente mayormente presente en productos lácteos.
La enfermedad celíaca, al ser una enteropatía del sistema digestivo, puede llegar a afectar al duodeno, que es la parte del intestino donde se absorbe el calcio de los alimentos.
Esto a su vez puede dañar las enzimas que se encargan de procesar la lactosa, resultando en intolerancia a la lactosa secundaria. Es decir, el cuerpo deja de ser capaz de procesar la lactosa producto de la alteración o lesión del intestino delgado.
Ante esto, las personas celíacas pueden llegar a tener una deficiencia de calcio.
Vitamina B6
Las dietas libres de gluten, en la mayoría de los casos, son escasas en vitamina B6, sobre todo al evitar el consumo de granos libres de gluten.
La deficiencia de esta vitamina se ve caracterizada por sarpullidos con picazón, grietas en las comisuras de los labios, e hinchazón de la lengua. La suplementación de vitamina B6 puede llegar a ayudar a eliminar estos síntomas.
Vitamina B12
La vitamina B12 con frecuencia es mal absorbida en pacientes con enfermedad celíaca recién diagnosticada o no tratada. La deficiencia de esta vitamina puede resolverse con una dieta sin gluten.
Sin embargo, algunas personas pueden necesitar suplementos específicos de vitamina B12, sobre todo si ha comenzado a presenciar síntomas de esta deficiencia: fatiga, debilidad, piel pálida, pérdida de apetito, presión arterial baja o irritabilidad.
Vitamina D
La vitamina D es una vitamina liposoluble; es decir, su absorción desde el intestino depende de la absorción de grasas.
En las personas con la enfermedad celíaca, la malabsorción de grasas puede conllevar a una deficiencia de vitamina D. La intolerancia secundaria a la lactosa también puede reducir el consumo de leche, una de las pocas fuentes de alimentos que contienen vitamina D.
Los niveles de vitamina D pueden normalizarse después de un tiempo con la dieta sin gluten. Aunque siempre puede ser necesaria la suplementación.
Vitamina A
La malabsorción crónica de la vitamina A puede llegar a causar deficiencia de la misma en las personas celíacas, afectando la facilidad de adaptar la vista en entornos oscuros.
Sin embargo, esta deficiencia no es tan común como la de vitamina D, por ejemplo. Y en la mayoría de los casos, su suplementación se recomienda solo para los casos más extremos.
Suplementos o vitaminas para celiacos
Los suplementos específicos para las personas que sufren de la enfermedad celíaca dependerán mucho de las recomendaciones de su doctor, dietista o nutricionista.
Por lo general, para determinar el suplemento que debe tomar una persona celíaca, se requiere encontrar primero aquellas vitaminas o minerales que se encuentran en niveles bajos en el cuerpo de la persona. Luego de identificar la deficiencia, es recomendado el suplemento específico.
Esto se debe a que las vitaminas y minerales deficientes en las personas celíacas varía de caso en caso. En un estudio sobre los niveles de micronutrientes en las personas celíacas, realizado por la Fundación de la Enfermedad Celíaca (Celiac Disease Foundation), se demostró la variedad de los niveles de deficiencia, donde 30% de los sujetos tenían deficiencia de vitamina B12, 40% de hierro, 20% de ácido fólico, 25% de vitamina D y 40% de zinc en adultos. Hasta el 3,6% de los niños tenían deficiencia de calcio y el 20% tenían deficiencia de magnesio.
En este sentido, algunas vitaminas y minerales pueden ser repuestos de forma natural siguiendo una dieta libre de gluten, pero otros sí requerirán de la suplementación. Es por eso que resulta fundamental identificar la necesidad individual de cada persona con la enfermedad celíaca.
¿Cómo aumentar de peso si soy celíaco?
Si la persona ha tenido problemas para aumentar de peso, es recomendable consultar con un doctor, dietista o nutricionista, ya que lo más probable es que exista una malabsorción de nutrientes.
Sin embargo, de forma general, consumir alimentos altos en carbohidratos —como frutos secos, pescados grasos, quesos, huevos, yogures, entre otros— puede ayudar a aumentar de peso.
Igualmente, se recomienda comer tres veces al día con meriendas pequeñas entre cada comida.
¿Qué dieta debe seguir un celíaco?
La dieta recomendada para las personas con la enfermedad celíaca es una dieta libre de gluten.
Entre algunos de los alimentos que naturalmente no tienen gluten se pueden encontrar:
- Harinas sin gluten, incluyendo harina de arroz, maíz, soya y papa
- Productos lácteos, como el queso, la mantequilla y la leche
- Frutas y vegetales
- Carnes y pescados
- Fideos de arroz y arroz
Se recomienda que en cualquier producto procesado, se busquen las siglas “TACC” que significan que el producto fue hecho sin proteínas tóxicas para celíacos.