Dosis diaria recomendada de zinc

De acuerdo a la Academia Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NAM, por sus siglas en inglés), la dosis diaria recomendada de zinc es:

• 2-3 mg al día para los bebés.
• 3-8 mg al día para los niños.
• 11 mg al día para los adolescentes y adultos.

Por lo general, la cantidad necesaria de zinc dependera de la edad y el sexo de la persona. En los niños recién nacidos, la ingesta de este mineral es crucial para prevenir trastornos de crecimiento.

No obstante, la aparición de condiciones específicas de salud, como problemas gastrointestinales y la deficiencia prolongada a este nutriente, originan alteraciones en los niveles de zinc, lo que amerita ingerir una mayor cantidad a la dosis recomendada con la finalidad de recuperar los niveles óptimos.

El zinc cumple un papel importante en el organismo, ya que es el responsable de innumerables tareas, tales como:

• Favorece el crecimiento de las células y la síntesis del ADN.
• Fortalece al sistema inmunológico ante las enfermedades.
• Acelera la cicatrización de heridas. 
• Garantiza el adecuado desarrollo y crecimiento del cuerpo. 
• Ayuda a la digestión, las funciones nerviosas y entre otros procesos en el organismo.

Si quieres garantizar un estilo de vida saludable y cuidar de ti y los tuyos, debes conocer cuales son las dosis diarias de zinc recomendadas de acuerdo a los siguientes aspectos.

Según la edad

• Recién nacidos (0-5 meses) – Siguiendo las recomendaciones de la NAM, la dosis diaria a partir de los 0 a 5 meses de nacido es de 2 mg al día. Esta dosis de zinc debe ser suministrada por la madre durante la lactancia o a través de leche enriquecida en nutrientes. El zinc a esta edad contribuye a evitar problemas de crecimiento, neuronales y psicomotoras.
• Bebés (6-12 meses) – A partir de los 6 meses de edad inicia la transición del bebé a los alimentos sólidos. La dosis de zinc recomendada es de 3 mg al día. Por lo general, a esta edad los bebés ingieren zinc a través de los purés de carne o legumbre, quesos y papillas de frutas o verduras.
• Niños (1-13 años) – En esta etapa la NAM divide la dosis diaria recomendada en 3 grupos: De 1 a 3 años, 3 mg/día; de 4 a 8 años, 5 mg/día; y de 9 a 13 años, 8 mg/día. A estas edades la hiperactividad en los niños aumenta significativamente la dosis de zinc. La independencia al comer suele causar problemas para que los niños ingieran la dosis adecuada de este mineral, por lo que se suele recurrir a  suplementos nutricionales seguros.
• Adolescentes (14-18 años) – El zinc a estas edades favorece el desarrollo cerebral y la madurez sexual. En los hombres la dosis de zinc recomendada es de 11 mg/día, mientras que en las mujeres es de 9 mg/día. De acuerdo a estudios dermatológicos, el zinc ha demostrado ser beneficioso para la piel al combatir el acné, las inflamaciones y las apariciones de protuberancias de esta enfermedad.
• Adultos (19 o más) – La NAM recomienda una dosis diaria de 11 mg en hombres y 8 mg en mujeres. Los adultos representan un grupo de riesgo propenso a padecer déficit leve de zinc, ya que el estilo de vida ajetreado y el exceso de trabajo suele afectar la alimentación o aumentar las probabilidad de desarrollar hábitos perjudiciales para la salud. A estas edades, el zinc ayuda a controlar el azúcar en la sangre y los triglicéridos, a prevenir el Alzheimer y mejorar la respuesta inmunológica.
• Periodo de embarazo – Durante el embarazo el zinc ayuda al adecuado desarrollo del feto, evitar infecciones intrauterinas y disminuir las probabilidades de parto prematuro. La NAM recomienda a las mujeres embarazadas una dosis diaria de zinc de 12 mg/día (18 años de edad o menos) y 11 mg/día (19 años de edad o más).
• Lactancia materna – Durante la lactancia, la leche materna es el medio adecuado para la ingesta de zinc en los primeros meses del bebe. Las mujeres de 18 años de edad o menos deben consumir 13 mg/día de zinc, mientras que las mujeres de 19 años de edad o más necesitan 12 mg/día.

Según condiciones de salud específicas

Una absorción de zinc deficiente dificulta alcanzar los niveles adecuados para el organismo. A pesar de que sigas la dosis recomendadas por la NAM, las siguientes condiciones de salud te llevarán a recurrir durante un tiempo a dosis más altas con el propósito de mantener los niveles óptimos que el cuerpo necesita.

• Posmenopausia – Durante la menopausia las mujeres experimentan cambios en el metabolismo como consecuencia del cese de la menstruación. Al finalizar este periodo e iniciar la posmenopausia, las concentraciones séricas de zinc son significativamente más bajas. Si se experimenta fatiga, visión nublada o debilidad pueden ser una señal de bajos niveles de zinc.
• Problemas gastrointestinales – Esta condición afecta a ambos sexos. La pancreatitis crónica, la acrodermatitis enteropática o la enfermedad de Crohn, ejemplo, alteran la correcta absorción del zinc. Es importante recordar que el zinc se absorbe a nivel intestinal, por lo tanto, si presentas problemas gastrointestinales tu cuerpo no podrá consumir este nutriente. Si se padece estas condiciones es necesario consultar a un médico.

En caso de que haya deficiencia de este nutriente

En la práctica, un adulto puede ingerir hasta un máximo de 25-40 mg/día de zinc sin que represente un riesgo para su salud. Estas altas dosis suelen ser recomendadas a pacientes que sufren bajos niveles de este mineral.

Sin embargo, nunca debes consumir dosis más altas de las recomendadas sin una estricta supervisión de un médico. Aunque sufrir de sobredosis es poco frecuente, ingerir demasiado zinc en la sangre te puede causar náuseas, mareos, pérdida del gusto, anemia (a causa de una disminución de cobre), entre otras consecuencias.

Aunque la deficiencia severa de zinc es rara, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la deficiencia moderada de zinc se estima que afecta alrededor del 17,3% de la población mundial. La principal causa que se le asocia a este hecho es a la mala alimentación, en especial en los países subdesarrollados.

¿Cómo saber si consumo suficiente zinc?

Es difícil que determines por ti mismo si consumes la suficiente cantidad de zinc. Sin embargo, si no experimentas pérdida de peso repentina o alteraciones del gusto puede que tus niveles de zinc se encuentren bien.

Te recomendamos probar nuestros test de preguntas y respuestas para tener más información sobre tus posibles niveles de zinc. 

Si quieres un análisis más exhaustivo para verificar tus niveles de zinc, las pruebas de orinas y los análisis de sangre son los diagnósticos más usuales realizados por los médicos.

No obstante, el foro abierto internacional de nutrición humana, Nutrients, afirma que los actuales biomarcadores de sangre u orina no garantizan lecturas precisas debido a la habitual presencia del zinc en las células.

Consecuencias de no ingerir suficiente zinc

Al igual que ocurre con otros nutrientes esenciales, la deficiencia de zinc no es percibida por la persona hasta que es demasiado tarde. Algunas de las consecuencias de consumir cantidades inasuficientes de zinc son:

• Pérdida de peso inexplicable.
• Caída prematura del cabello.
• Confusión mental y problemas en la memoria.
• Crecimiento lento en los niños.
• Mal funcionamiento de los testículos, así como una baja producción de esperma.

Son numerosas las causas que originan déficit de zinc, por lo general se relaciona con un cambio en la dieta o no ingerir las cantidades suficientes en los alimentos.

Si la deficiencia de zinc se prolonga por un largo periodo, la persona puede padecer complicaciones graves, como daño cerebral, diabetes mellitus, presión arterial alta y otras afecciones.

El zinc es un nutriente importante que está presente en muchas funciones del organismo. Para llevar una vida sana se debe seguir las recomendaciones de la NAM y consumir la dosis recomendada de zinc, ya sea a través de una alimentación balanceada o con la ayuda de suplementos nutricionales.