El zinc es un nutriente esencial, un mineral y un antioxidante. También se le conoce como oligoelemento.
Veamos:
- Nutriente: sustancia química que el organismo requiere para llevar a cabo sus funciones vitales.
Está en la categoría de micronutrientes porque el cuerpo los requiere en pequeñas cantidades.
- Minerales: son sustancias inorgánicas, provenientes de la tierra o del agua, que absorben las plantas o ingieren los animales.
Intervienen en diferentes funciones del organismo.
Entre los minerales conseguimos oligoelementos y macrominerales.
- Oligoelementos: son elementos químicos que se hallan en las células de los seres vivos, indispensables para el desarrollo del metabolismo.
- Antioxidantes: son sustancias naturales o fabricadas por el hombre que pueden prevenir o retrasar los daños celulares.
En todas estas definiciones, entra el protagonista de este texto: el zinc.
¿Cuál es la función del zinc en el organismo?
Son muy diversas las funciones que desempeña el zinc en el organismo.
Algunas de ellas son:
- Participa en la actividad de las enzimas contribuyendo a los procesos metabólicos, digestivos y nerviosos. Entre estos procesos destaca la síntesis de ADN y ARN, material genético de las células.
De esta manera promueve el crecimiento y división celular: sustituye células viejas por nuevas.
Esta función es indispensable para el adecuado desarrollo humano, en la etapa pre-natal, post-natal, infancia, niñez y adolescencia.
De esta manera contribuye al crecimiento normal y al desarrollo sexual.
Papel esencial en el sistema inmunológico y la función celular
- Ejerce un papel fundamental en la función inmunitaria al luchar contra los virus y bacterias que atacan el cuerpo humano.
Según una revisión de expertos, la ingesta de zinc por al menos 5 meses, puede reducir el contagio de resfriado común. Cuando ya ha comenzado el resfriado, la ingesta de zinc al cabo de 24 horas puede disminuir su duración y su intensidad.
Por ello se encuentra también comercializado en medicamentos usados contra el resfriado.
- Neutraliza la acción de los radicales libres, de allí su capacidad antioxidante.
- Protege las células de la piel y participa en el crecimiento del cabello y las uñas.
- Facilita el proceso de cicatrización de las heridas y ayuda a combatir afecciones cutáneas.
- Desempeña un papel en la síntesis de proteínas.
- Contribuye al correcto funcionamiento de los sistemas cognitivo y nervioso.
- Interviene en la mineralización de los huesos.
- Contribuye a que nuestro sentido del olfato y del gusto funcionen perfectamente.
- Participa en el desarrollo y crecimiento de los órganos sexuales y en la función reproductiva.
- Interviene en la producción de hormonas como la testosterona en los hombres.
Contribución a la salud de la piel, cabello y uñas
Piel:
- Cicatrización de heridas: El zinc es esencial para el proceso de cicatrización de heridas. Ayuda en la síntesis de colágeno, una proteína que es esencial para la regeneración de tejidos y la formación de cicatrices.
- Antiinflamatorio: El zinc tiene propiedades antiinflamatorias, lo que significa que puede ayudar a reducir la inflamación en la piel. Esto puede ser beneficioso para personas con afecciones cutáneas inflamatorias como el acné y la dermatitis.
Cabello:
- Crecimiento del cabello: El zinc es esencial para el crecimiento normal del cabello. Una deficiencia de zinc puede estar relacionada con la pérdida de cabello y el adelgazamiento del mismo.
- Prevención de caspa: El zinc puede ayudar a regular la producción de sebo en el cuero cabelludo, lo que a su vez puede prevenir la caspa y promover un cuero cabelludo saludable.
Uñas:
- Fortaleza de las uñas: El zinc es un componente clave en la producción de queratina, la proteína que forma las uñas. Una deficiencia de zinc puede hacer que las uñas sean más frágiles y propensas a la rotura.
- Prevención de infecciones: El zinc tiene propiedades antimicrobianas que pueden ayudar a prevenir infecciones en las uñas y cutículas.
Influencia en el desarrollo y crecimiento
A medida que los sistemas del cuerpo se desarrollan desde la infancia hasta la edad adulta, el zinc interviene en la síntesis de proteínas y en la división celular, lo que resulta fundamental para la construcción y reparación de tejidos en crecimiento.
Además, juega un papel crucial en el desarrollo del sistema inmunológico, asegurando que el cuerpo pueda defenderse eficazmente contra infecciones y enfermedades durante las etapas críticas de crecimiento.
La influencia del zinc se extiende también al desarrollo cognitivo y neurológico. Este mineral es esencial para el funcionamiento del sistema nervioso central y la formación de conexiones neuronales, lo que impacta directamente en el aprendizaje y la memoria.
Contribuye a la maduración del cerebro y al mantenimiento de funciones cognitivas óptimas. A medida que los individuos crecen, el zinc sigue siendo esencial para la salud general, contribuyendo a mantener huesos fuertes, un sistema inmunológico resistente y una función celular adecuada.
Causas de la deficiencia de zinc
Las carencias de zinc pueden estar asociadas a:
Dieta pobre en alimentos ricos en zinc
Bajo o nulo consumo de carnes, mariscos y proteínas.
La población vegetariana puede tener riesgos de deficiencia de zinc al no incluir en su dieta carnes. Además los alimentos básicos de su dieta son los granos y las legumbres que disminuyen la absorción de zinc.
Consumo permanente de algunos alimentos que impiden la absorción del zinc como oxalatos y fitatos que reducen la biodisponibilidad de minerales (calcio, hierro y zinc).
Entre los oxalatos, espinacas, cacao en polvo, frutos secos, chocolate oscuro, cereales integrales. Y entre los fitatos, cereales integrales, maíz, arroz, soja, frijoles.
Condiciones médicas que dificultan la absorción
Personas con enfermedades como:
- Enfermedad de Crohn.
- Diabetes mellitus.
- Trastornos hepáticos.
- Trastornos pancreáticos.
- Enfermedad renal, nefropatía crónica.
- Infecciones sanguíneas.
- Alcoholismo.
- Cirugías del tubo digestivo.
- Síndrome de malabsorción: enfermedad celíaca y síndrome de intestino corto.
- Anemia falciforme (niños).
- Desnutrición.
Uso de ciertos medicamentos y suplementos
Las personas mayores de 60 años son consideradas población vulnerable por déficit de zinc.
Es posible que por cambios en su estilo de vida, por la necesidad de tomar medicamentos permanentes asociados con patologías propias de la edad, este grupo etario, no absorba la cantidad necesaria de zinc.
Los antibióticos del grupo quinolonas, las tetraciclinas, la penicilamina y los diuréticos tiazídicos reducen la cantidad de zinc que el cuerpo absorbe.
Especial atención requieren los pacientes que reciben nutrición parenteral total. (alimentación intravenosa).
Para otros casos, es necesario prestar atención al consumo de zinc en personas como deportistas o mujeres embarazadas.
Los deportistas de alto rendimiento pierden valiosos oligoelementos durante sus entrenamientos (exceso de sudor). Por eso requieren reponerlos rápidamente.
Y las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia tienen mayor necesidad de zinc, para transmitir al bebé en pleno desarrollo y crecimiento y para la producción de leche.
Señales y síntomas de la deficiencia de zinc
Algunas señales pueden ser indicativas de carencia de zinc en una evaluación médica:
- En adultos pérdida del apetito.
- Caída del cabello, uñas estriadas y quebradizas.
- Pereza e irritabilidad.
- Fatiga y ansiedad.
- Alteración en el sentido del gusto y del olfato.
- Inflamación de la piel, erupciones cutáneas.
- Afectación del sistema inmunitario, infecciones frecuentes.
- Cicatrización lenta de las heridas.
- Problemas para pensar, razonar y recordar.
- Si la carencia es en la mujer embarazada pueden darse nacimientos prematuros (bajo peso), defectos congénitos.
- En los hombres puede presentarse disfunción eréctil.
- En bebés y niños puede causar diarreas y retraso en el crecimiento.
- Acrodermatitis enteropática: presenta diarrea, alopecia (calvicie), erupciones alrededor de los ojos, en la nariz, en la boca y en las nalgas. Suele presentarse en los bebés en periodo de lactancia, después del destete.
Repercusiones de la deficiencia de zinc a largo plazo
Relación entre la deficiencia de zinc y enfermedades crónicas
El zinc es fundamental para una función cerebral saludable.
Es responsable de activar el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico.
El zinc en el sistema nervioso central se encuentra concentrado en las vesículas sinápticas de las neuronas.
Estas neuronas tienen una función importante en la potenciación de la memoria a largo plazo y el aprendizaje.
Los estudios relacionan la deficiencia de zinc con enfermedades degenerativas.
Efectos en la salud mental y el bienestar emocional
El zinc también actúa en los procesos neurotransmisores, enzimáticos y hormonales. De allí su vinculación con los estados emocionales.
Un porcentaje de zinc bajo está asociado con ansiedad, esquizofrenia y trastornos alimentarios (anorexia).
Los niveles de zinc adecuados ayudan a estabilizar los niveles de cortisol, principal hormona del estrés.
La administración de zinc puede aumentar la eficacia del tratamiento antidepresivo.
Teniendo en cuenta el protagonismo del zinc en los procesos de proliferación celular neuronal, desarrollo del cerebro, desarrollo cognitivo y aprendizaje, es posible afirmar que su deficiencia repercute en:
- La salud y el desarrollo cognitivo.
- En el desempeño intelectual, laboral y en la vida reproductiva.
Conexión con problemas de fertilidad y salud reproductiva
El zinc es un mineral esencial que desempeña un papel importante en una variedad de funciones biológicas en el cuerpo, incluyendo la salud reproductiva y la fertilidad. Aquí hay una visión general de cómo el zinc está conectado con problemas de fertilidad y salud reproductiva:
- Producción de esperma y salud del esperma:
El zinc es necesario para la producción de esperma saludable y su motilidad. Una deficiencia de zinc podría afectar la calidad del esperma y la capacidad de los espermatozoides para moverse de manera eficiente, lo que podría tener un impacto en la fertilidad masculina.
- Hormonas reproductivas:
El zinc juega un papel en la regulación de las hormonas sexuales, como la testosterona y la progesterona. Niveles inadecuados de zinc podrían influir en la producción y el equilibrio hormonal, lo que podría afectar la función reproductiva tanto en hombres como en mujeres.
- Función ovárica:
En las mujeres, el zinc también es importante para la función ovárica y la producción de óvulos saludables. Una deficiencia de zinc podría afectar la maduración y la liberación adecuada de los óvulos, lo que podría dificultar la concepción.
- Implantación del embrión:
El zinc es esencial para la división celular temprana y la implantación del embrión en el útero. Una deficiencia de zinc podría dificultar el proceso de implantación y, en consecuencia, afectar la viabilidad del embarazo temprano.
¿Cómo prevenir la deficiencia de zinc?
En este punto es necesario tener presente que el zinc no se produce en el cuerpo humano por lo que es necesaria su ingesta a través de alimentos y suplementos.
Hábitos alimenticios equilibrados y enriquecidos con zinc
De una dieta equilibrada es posible obtener los nutrientes necesarios como el zinc.
Las mejores fuentes de zinc provienen de animales.
En la siguiente lista conseguirás los alimentos más recomendados:
- Carnes rojas: de res, cordero y cerdo.
- Pollo, pescado y mariscos (cangrejos y langostas).
- Ostras y almejas.
- Semillas de calabaza, de sésamo y de lino.
- Huevos.
- Avena en hojuelas.
- Almendras, piñones, anacardos y cacahuetes.
- Leche y quesos, especialmente los madurados.
- Lentejas.
- Pimentón.
Vale mencionar que ciertos productos, dependiendo de la zona donde vivas, no son fáciles de obtener.
Y también es necesario tener presentes aquellos alimentos que bloquean la absorción de zinc: fitatos y oxalatos, para reducirlos cuando sea necesario aumentar los niveles de zinc en el organismo.
Si aún con una alimentación adecuada los niveles de zinc son bajos, es necesario tomar un suplemento de zinc.
Asegúrate de tomar la cantidad correcta indicada por el médico, cuidando posibles interacciones si estás usando otros medicamentos.
La recomendación diaria promedio es:
- Para mujeres adultas: 8 mg.
- Para hombres adultos: 11 mg.
- Para mujeres embarazadas la cifra puede aumentar: 11 mg.
- Para niños menores de un año: 2-3 mg.
- Para niños de 1-13 años: 3-8 mg.
- Para adolescentes de 14-18 años: entre 9-11 mg.
Mantener un estilo de vida saludable para prevenir deficiencias nutricionales
Aparte de una dieta balanceada y de la ingesta, si es necesario, de suplementos de zinc, los hábitos en pro de una vida saludable serán la combinación perfecta para mejorar y mantener la calidad de vida.
Un estilo de vida saludable incluye:
- Hacer ejercicio físico en forma regular.
- Controlar el peso.
- No fumar.
- Dieta equilibrada.
- Evitar el alcohol en forma excesiva y frecuente.
- Consumo de fármacos y medicamentos cuando los indique el médico.
- Manejo del estrés, equilibrio mental.
- Cuidado dental e higiene en general.
- Revisión médica regular.
- Actividades sociales.
- Dormir bien y suficiente, sueño reparador.
- Mantenerse hidratado.
En conclusión:
El zinc es un oligoelemento que necesita el cuerpo en múltiples funciones.
Está considerado el segundo mineral más importante del organismo después del hierro.
Está ampliamente distribuido en el organismo: huesos, dientes, pelo, piel, uñas, músculos, glóbulos blancos y testículos.
Está presente en todas las células del cuerpo manteniendo funciones estructurales en tejidos y células.
El zinc puede prevenir síntomas y acortar la duración de las infecciones del tracto respiratorio: resfriado común y enfermedades similares a gripe.
Este es el resultado de una investigación internacional cuyos resultados afirman que cuando se utiliza zinc para la prevención, hay 28% menos de riesgo de contraer los síntomas de resfriado común y 68% menos de riesgo de contraer una enfermedad tipo gripe.
El zinc es posible obtenerlo a través de una alimentación sana y balanceada. Y complementar a través de suplementos cuando sea necesario.
Otra forma de accionar del zinc en nuestro cuerpo es la forma tópica.
El óxido de zinc, en crema, se usa para tratar eczemas, quemaduras, llagas y dermatitis ocasionada por pañalitis.
En la pañalitis actúa como una barrera que repele la humedad y favorece la cicatrización.
Algunas cremas y protectores solares lo incluyen en su composición para mejorar la protección frente a los rayos ultravioleta.
Para el tratamiento del acné, rosácea y psoriasis es posible incluir cremas que contengan zinc.
Para determinar la carencia de zinc en el organismo, una vez el médico haya evaluado los factores personales del paciente, es probable que indique una prueba de sangre y una de orina.
Como las cantidades de zinc son muy pequeñas, a veces los resultados de laboratorio no reportan con exactitud su estatus.
Algunas características que muestra el paciente con déficit de zinc son:
- Baja estatura.
- Hipogonadismo en hombres.
- Desordenes de piel: dermatitis y otras patologías..
- Alopecia ( Calvicie)
- Mala cicatrización.
- Deterioro de las funciones cognitivas.
- Diarrea.
- Deficiencia de la inmunidad celular.
Para contrarrestar el déficit de zinc, el primer tratamiento, cuando ya está diagnosticada una patología asociada, es la ingesta de un suplemento de zinc.
Si en aras de mejorar esta deficiencia, el paciente ingiere dosis altas, puede presentar efectos secundarios por exceso de zinc como vómitos, diarrea, dolores de cabeza, náuseas e indigestión.
Otra complicación surge si se inhalan vapores de óxido de zinc. Este trastorno se llama fiebre por vapores de metal.
El afectado puede presentar respiración rápida, sudoración, fiebre y sabor metálico en la boca.
Otros efectos por consumo prolongado y excesivo de zinc son:
- Reducción en la absorción de cobre.
- Anemia.
- Afectación al sistema inmune.