¿Sabías que el colágeno es la proteína más abundante de tu cuerpo? Actúa como el soporte que mantiene firmes los huesos, articulaciones, músculos y la piel. Es clave para la elasticidad y resistencia de nuestros tejidos. Con la edad, su producción natural baja, lo que puede afectar tu movilidad y la salud de tu piel. Por eso, cuidar tus niveles de colágeno es fundamental para tu bienestar.
La cúrcuma y la pimienta negra tienen componentes activos que, juntos, potencian sus propiedades antiinflamatorias , digestivas y metabólicas.
El colágeno hidrolizado y el no desnaturalizado son opciones probadas y eficaces para el tratamiento de diversas condiciones pero ¿cuál es la mejor opción?
Las enfermedades degenerativas articulares reducen la movilidad, generan dolor y disminuyen la calidad de vida. Por eso es importante cuidar la salud de nuestras articulaciones.
Los alimentos que más contienen colágenos son de origen animal como carne (res, pollo, pescado), cartílago y tendones de res (la gelatina que se obtiene de estos tejidos), las patas de pollo, vísceras e incluso la llamada panza de res. También los mariscos.
En la dieta podemos obtener proteínas que al ingerirlas nos ayudan a formar colágeno, además al ingerir alimentos ricos en vitamina C podemos formar colágeno de mejor calidad, pues esta vitamina es crucial para la formación de fibras de colágeno más resistentes.
El colágeno nativo tipo II (CII-N) no desnaturalizado, ejerce beneficios para la salud de las articulaciones mediante la tolerancia inmunológica. Es decir, activa al sistema inmune para producir sustancias antiinflamatorias. Sin embargo, el colágeno hidrolizado (fraccionado) también puede contribuir formar colágeno nuevo y mejorar la estructura articular, así como de otros tejidos que contienen colágeno.
El colágeno es una proteína con forma de fibra que está presente en varios tejidos como los huesos, las articulaciones, la piel, la córnea, el cabello e incluso las paredes de los vasos sanguíneos. Es muy abundante en nuestro cuerpo.
Es el colágeno presente en los cartílagos en su forma natural.
Existen más de 30 tipos de colágeno, se denominan en número romanos y los más abundantes son los tipos I al IV, llamados también colágenos fibrilares. El colágeno tipo I le da firmeza a la piel, los tendones y los huesos; mientras que el tipo II abunda en las articulaciones.
Las diferencias entre ambos se deben a su composición molecular (los aminoácidos que los componen) esa diferencia les da selectividad sobre los tejidos donde se van a desarrollar.
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